La buena gente
Sí, este artículo va dedicado a la gente sencilla y que facilita la vida a los demás, a los que sonríen sin llevar la máscara de Joker, a los generosos, a los que perdonan y se esfuerzan por enmendar errores, a los que cantan mientras se duchan pese a desentonar, a los que rumbean a la vida y cantan a los problemas, a los que arriesgan, suman y cambian sus rutinas de vez en cuando y encuentran placer en ello, a los que son un espejo en los que mirarse e imitar, a los que molan, a los que van de frente, a los que pasan página y ayudan a los demás a cerrar heridas, a los que convierten la vida en un espacio casi libre de quejas, a los que hacen reír, a los que escuchan y acompañan con sonoros silencios, a los que se exponen ante los demás tal y como son sin caretas ni dobleces, a los que permiten que el que está a su lado baje la guardia y muestre su cara b sin preocuparse de si va a gustar o no, a los que piensan que el sol sale para todos, a los que no mean colonia, a los que desdramatizan y quitan hierro a los problemas propios y ajenos, a los buenos de verdad pero que están exentos de idiocia y que saben detectar a los tiñosos. Sí, a los divertidos y a los facilitadores de buen rollo allí donde se encuentran, a los que comparten tus más bellos sueños y que cuando vienen las pesadillas no ponen pies en polvorosa, a los que llaman cuando más lo necesitas, a los que mandan un simpático WhatsApp que te alegra el día, a los que saben respetar tus silencios, a los que con una simple mirada son capaces de escanear tus necesidades y saben echarte un capote. Sí, son más silenciosos que los tiñosos, viven la vida en segundo plano, huyen de altavoces con los que magnificar sus virtudes (no lo necesitan), pasan desapercibidos y no son noticia.

Te dejo una descripción que puede ayudarte a detectar a este tipo de personas.
- Cuando te sientas en su mesa, la conversación es bidireccional y los tempos están bien repartidos. En su compañía se habla, se escucha, se ríe y de criticar al que no está, habas contadas; y cuando esto ocurre (te recuerdo que todos lo hacemos en alguna ocasión) evitan el componente mala leche en ese tipo de conversaciones. Del deporte nacional “poner a parir al que no está” no tiene medallas ni diplomas, es más, ni está ni se le espera.
- Si pasas por su mesa, saludas y decides sentarte en otro sitio con otra gente, su sonrisa se mantiene y es permisiva, y además no toma nota. Te sientas donde te da la gana, mi compañía es perenne.
- Siempre o casi siempre (no hay nadie perfecto), te ofrece un buenos días o un buenas tardes de forma genuina, además del puro formalismo, lo siente a pie juntillas.
- Tiene grabada la generosidad en su ADN psicológico. Cuando te hace un favor (algo no extraordinario) no te lo recuerda continuamente, es más, tiende a resetear de sus sesera los favores que hace. ¿Favores? ¿Qué favores? ¿Yo? ¡Calla, si no fue nada, tú hubieras hecho lo mismo!
- Cuando estás a su lado te hace sentir cómodo, ta ayuda a que seas tú mismo, saca lo mejor de ti y te permite bajar la guardia. A su lado, no hay nada que temer. Y si te equivocas o dices algo inapropiado, tiende a borrarlo de su memoria. Su tendencia es resetear los malos rollos y suele sacar habitualmente la basura de su sesera. Eso sí, es buena gente pero no un gilipollas cargado con un saco sin fondo soportador de la tiña.
Es flexible y permisivo. Que sí, que rigideces las justas y la vida dicotómica con blancos y negros le recuerdan a la televisión sesentera y al UHF. Y la vida no es de color de rosa pero está repleta de colores.- Si tienes un problema y se lo cuentas, no mete más madera y más inmundicia en tu conflicto; su tendencia es aportar palabras que serenen, intentar desdramatizar, escuchar, no juzgar y simplemente estar ahí a tu lado. Tiene unos oídos de Gulliver. Y además, sabe mantener la confidencialidad y la boca cerrada.
- Su deporte preferido es encontrar las cosas agradables de las personas con las que se encuentra en su día a día. Eso sí, lo de todo el mundo es bueno, no se lo cree ni harto de vino.
La elaboración de este artículo ha tenido truco, mientras escribía he puesto caras de la buena gente que ha pasado por mi vida, con los que he compartido y comparto muchas cosas, y buenas la mayoría. He imaginado sus caras, sus gestos, sus voces y mi sesera se ha puesto a escribir en modo automático, de corrido y sin pausas.¿Conoces alguna persona con estas características? Si es así, házselo saber. ¿Lo eres tú? Pues fantástico, te doy la bienvenida a un fantástico club, espero que a tu club y con permiso, a nuestro club.
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