Beber una copa de más en la comida o en la cena de empresa, puede transformar tu entorno laboral en tu peor pesadilla.

Lo que ocurre en las cenas o comidas de empresa en Navidad no pasa como lo que acontece en los partidos de futbol. Tal y como nos cuentan los jugadores de futbol (y hay que creer que lo que dicen es verdad), lo que sucede en el césped, golpes, patadas, insultos u otros detallitos tan masculinos se quedan ahí, y luego a casa todos tan contentos y tan amigos. Que sepas que tus comentarios, tus acciones, los bailes, los líos, los excesos que cometas en las comidas o cenas de empresa, van a quedar grabados para siempre y lo que es peor, se van a amplificar. Los altavoces para amplificar están claros: los compañeros, los videos y las fotos pasadas por los móviles y por los grupos de whatsApp.

En este post hablamos de los que acuden a las cenas de empresa, unas razones para acudir a la cena (si no quieres ir, estás en tu derecho aunque sea parte del trabajo) y por último, unas cuantas recomendaciones para no meter la pata y salir indemne. Pero primero, si eres de los que tienen cierta fobia a leer, te dejo el enlace del programa de radio La Tarde en la cadena Cope Valencia en el que hablamos de este tema:

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¿Por qué acudir a la cena de empresa?

  • Aumenta tu adherencia al equipo y al proyecto. El hecho de ir es un recordatorio de que formas parte de un equipo de trabajo y de un grupo humano y se te tiene en cuenta. Sí, tal vez tus jefes te paguen poco, te exploten o tengan comportamientos desagradables pero si te invitan, no descartes asistir. Hay otros momentos para las discrepancias, tengamos unas navidades tranquilas.
  • Puede mejorar los vínculos. Ya que pasamos muchas horas en el trabajo, la cena o comida de empresa es una excelente oportunidad para relacionarte de forma diferente. Es fácil que te encuentres a ese compañero que en el trabajo parece un perfecto gilipollas y en la cena se comporta como un gilipollas, pero fácil es también, que te encuentres con alguna sorpresa agradable. En los ambientes informales el personal baja la guardia y sale lo mejor, y lo peor.
  • Puede ayudar a reducir el estrés. La cena de empresa te brinda la oportunidad de normalizar tus dificultades y puede ser un buen momento para compartir diferentes puntos de vista y sentirte acompañado. Además, en toda cena que se precie va a aparecer el humor positivo y el cachondeo, y claro está, una buena manera de desestresarnos es echando mano de unas cuantas risas.

Unas recomendaciones para que al día siguiente puedas volver al trabajo solo con algo de resaca y sin un despido

No olvides que las comidas de empresa son una prolongación de nuestro horario laboral y que es mejor tener bien presente que nos reunimos con nuestros jefes. Si tienes ganas de fiesta, déjalo para otro día. Beber una copa de más puede transformar tu entorno laboral en una pesadilla.

¿A qué hora llego? ¿Pronto o tarde? La regla de la puntualidad más 10 minutos. No puedes llegar el último o ultima y tener a todo el mundo pendiente, en especial a los jefes. La impuntualidad no mola, y en el mundo laboral, menos. Para evitar llegar tarde y sentarte con compañeros que no te molen o en una esquina fuera de juego, prueba a quedar con varios compañeros antes y acudes allí en compañía.

automobile-1845650_1280¿Cómo voy? Coche, bus, metro o lo que quieras, pero deja el coche en casa. Mejor optar porque coja un coche un compañero que no beba o taxi o metro. Sí, seguro que piensas que no vas a beber nada y que controlas, pero ya sabes lo que pasa y lo fácil que resulta caer en esa copita, el brindis, el vinito ya que estamos, un chupito y olé. El alcohol y el coche un peligro para la salud de los demás y para tu bolsillo. la poli está que se sale.

Antes de ir y de empezar a dar al alpiste, come algo. Antes de ir a la comida o cena, ingiere algo, lo que sea. esa primera cerveza, ese primer vermú nada más llegar, escasos aperitivos, la cosa se retrasa, una cerveza más o un vinito y antes de cenar ya llevas media tajada. Come algo antes de salir de casa para que no te pille el estómago vacío.

No te pases con el alcohol. Dos copas de más y meter la pata, un clásico en las comidas de empresa. Alterna copa con refresco o agua. Un gintonic y después dos refrescos. y no mezcles que nos conocemos.

No cotillees. Bueno, cotillear lo hacemos todos, pero dedícale tus chismorreos al resto del mundo y deja a los compis y jefes tranquilos. No entres en temas difíciles calientes del trabajo, como criticar a un jefe, protestar por la situación, que si tal te cae fatal. Tienes 364 días para hablar de estas cosas y este no es el día. Si eres listo no hables de religión y política, tus meninges y tus compañeros de mesa, lo agradecerán. ¡Ah! y el tema catalán no lo saques, que estamos todos bastante cansados.

No ligues. Los líos son la comidilla de la empresa y duran mucho tiempo. Ojo si estás casado o tienes una relación de pareja y ese día piensas en echar los trastos, te va a caer la del pulpo; fácil es que de ese lío te arrepientas al día siguiente. ¿Sabes que está el de recursos humanos por ahí? Podría ser que sea una persona amante de la familia y que no le guste que un empleado se salte a la torera ese principio? Cuidado
girl-1064659_1280Esa corbata a lo karate kid, ese baile imposible puede ser una ruina. Todos tus movimientos van a quedar registrados para la posteridad (en teléfonos, distintos facebooks y en muchos whatsapp). Cuidado. Una cena dura horas, tus andanzas toda una vida. Esa corbata a lunares atada en la cabeza a lo kárate kid mientras bailas Despacito puede ser divertida esa noche pero ridícula toda la vida. Lo que hagas, que sea en la intimidad. Verse en un video el día siguiente, puede ser la peor de las resacas.

Una retirada a tiempo es una victoria. Ni calvo ni siete pelucas y ni el primero en llegar ni el último en marcharse. Cenar, una copa y a casa. A mejor, seguro que la cosa no va.

Los participantes

El jefe o los jefes. Sí, y aunque ese día parezca que haya bajado la guardia y esté la mar de simpático y parezca embriagado por el espíritu navideño, no olvides que tiene el poder de decidir tu futuro laboral. Cuidado.

15349818_10154813937938885_3756416259538535297_nCompañeros tiñosos: Sí, ya sabes de quien estoy hablando. Los típicos pelotas, criticones, cotillas, que están ojo avizor a ver cómo se comporta el personal para luego largarle al jefe los comentarios. Si eres tía, ten cuidado, están inundados de caspa y su olor es rancio, por lo que un escote pronunciado o una muestra de cariño hacia un compañero te puede convertir en un putón verbenero en menos que canta un gallo.

Los divertidos: estos molan, hacen chistes, facilitan las conversaciones y se oyen risas a su alrededor allá donde se encuentren. Si te cuesta establecer conversaciones, éste es un buen lugar para sentarse. Lo malo es cuando el alcohol hace mella en estos tipos, de chistosos a bocazas, solo hay un paso.

Los rolleros. Se pasan la cena o la comida hablando del trabajo, de las diferentes secciones, de la productividad, de los posibles eres, de economía global, del tema catalán y de España. Son unos brasas, y entrarían dentro de la tiñología, algo así como los tiña´s friends.

Los “a ver si cae algo” o pillo cacho: Aprovechan la oportunidad del espíritu navideño y del alcohol para echarle los trastos a la compañera o compañero del departamento de al lado. Kilos de caspa.

Los que van al lavabo de dos en dos. Sí, ya sabemos que en Navidad nieva, hace frío y demás cosas, pero estos tipos y tipas son amantes del polvo blanco para metérselo por la nariz y aguantar al jefe, al compañero y sus complejos. Los podrás detectar porque comen poco, van muchas veces al lavabo en compañía y no dejan de mantener miradas con sus compinches durante toda la cena. Suelen quedarse hasta el final de la fiesta.

Me despido con un deseo; que tengas muchos años de cenas y comidas de empresa, o lo que es lo mismo, salud y buenas fiestas.